El principal objetivo de beber durante el ejercicio físico es conseguir que el deportista sea capaz de mantener el balance electrolítico y el volumen plasmático adecuados.
Cerca de los 30 minutos del inicio del esfuerzo físico, el atleta comienza a necesitar compensar la pérdida de líquidos y después de la hora se vuelve imprescindible. Se recomienda beber alrededor de 400 a 500 ml/hora o 150 a 200 ml cada 20 minutos, no siendo conveniente tomar más fluidos de los necesarios para compensar el déficit hídrico, esto puede suponer problemas en el rendimiento.
La temperatura considerada ideal para la mejor absorción de los líquidos debe oscilar entre 15 º y 21 º, en el caso de ingerir bebidas más frías, esto supondrá una lenta absorción en nuestro organismo, mientras que las calientes serán muy poco apetecibles consiguiendo que se consuma menos cantidad de la que se debería.
La bebida óptima deberá seguir una serie de indicaciones altamente demostradas e investigadas, que van a producir al deportista un mejor equilibrio en su organismo y por consiguiente, un mejor rendimiento deportivo:
- Contendrá agua para evitar la hipohidratación o la posible deshidratación
- Osmolalidad entre 200 – 330 mOsm/kg de agua (disolución en relación al agua)
- Aportará hidratos de carbono para mantener una buena concentración de glucosa en sangre y que evite el agotamiento del glucógeno
- No llevará más de un 9% de hidratos de carbono : 90g/litro
- Repondrá electrolitos, en especial el sodio. No menos de 460 mg/litro de sodio, ni más de 1150 mg/litro del mismo
- Tendrá una buena patabilidad (será apetecible)
- No tendrá menos de 80 kcal/litro, ni más de 350 kcal/litro
- Un 75% de las kcal provendrán de alimentos con un IG alto
¿PROTEÍNAS EN LA BEBIDA REPONEDORA DEL DEPORTISTA?
Diversos estudios demuestran el efecto anabólico (proceso de construcción) del suero lácteo durante deportes de larga duración o de resistencia.
Un efecto muy importante de las proteínas de suero de leche es el incremento del depósito de glucógeno, otro a tener en cuenta será la confirmación de un menor daño muscular cuando se toman bebidas con proteínas durante el esfuerzo.
El concentrado proteínico ideal seria añadir suero de leche (líquido sobrante al eliminar caseína y la grasa de la leche tras la adición del cuajo) a nuestro preparado reponedor.